El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. considera proteger al lagarto del oeste de Texas, lo que preocupa a la industria del petróleo y el gas

Las carreteras fuera de Monahans están ocupadas mientras los camiones entran y salen de las minas de arena. Con el paso de los años, esta zona, conocida por sus dunas, se ha vuelto concurrida. Primero fue la prisa por llegar a la Cuenca Pérmica para fracturar el petróleo hace más de una década y luego, más recientemente, las minas comenzaron a extraer la arena necesaria para la perforación.

Pero a medida que estas industrias han prosperado, el pequeño lagarto artemisa de las dunas se ha vuelto más difícil de encontrar, lo que llevó al Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. a proponer designarlo como especie en peligro de extinción.

Según Lee Fitzgerald, biólogo de la Universidad Texas A&M, la protección para el lagarto ha tardado en llegar. Fitzgerald ha pasado las últimas décadas investigando al lagarto y ha visto cómo su número se desplomaba en ese tiempo.

“Justo ante nuestros ojos vimos desaparecer a los lagartos”, dijo.

El lagarto de aproximadamente dos pulgadas tiene su hogar en las dunas que se extienden por el oeste de Texas y Nuevo México. Es lo que se conoce como especialista en hábitat, lo que significa que necesita el entorno específico creado por los pequeños robles brillantes que cubren las dunas de la cuenca del Pérmico.

Según Fitzgerald, la especie es sensible y necesita dunas ininterrumpidas para prosperar, por lo que dice que la fragmentación de la cuenca Pérmica por parte de la industria del petróleo y el gas ha tenido un efecto tan dramático en el lagarto artemisa de las dunas.

Durante la última década, la Cuenca Pérmica se ha convertido en uno de los campos petroleros más prolíficos del mundo. A medida que la industria del petróleo y el gas se expandió por el oeste de Texas y Nuevo México, también lo hicieron sus carreteras, bombas y minas de arena.

En su investigación, Fitzgerald ha observado cómo el crecimiento de la industria ha afectado a la población del lagarto.

“Normalmente, a lo largo del año se ven muchos adultos y luego se ven crías”, explicó. "En los lugares donde el paisaje estaba fragmentado, apenas se mantenían firmes y parpadeaban".

El Servicio de Pesca y Vida Silvestre se hizo eco de este hallazgo en su propuesta de designar a la especie como en peligro de extinción. La agencia dice que el lagarto artemisa de las dunas está “funcionalmente extinto” en casi la mitad de su área de distribución, en gran parte debido a las actividades de petróleo y gas.

Pero los defensores del petróleo y el gas, como Ben Shepperd, tienen sus dudas. Shepperd es el presidente de la Asociación Petrolera de la Cuenca Pérmica, que representa a cientos de empresas.

"No creo que puedan decir cuántos lagartos hay hoy", dijo. “Cuántas lagartijas había hace dos años, hace 10 años, ni qué distingue a una población sana”.

Shepperd teme que si el gobierno federal establece protecciones para el lagarto, eso significaría que las empresas tendrían que obtener permisos para operar donde se puedan encontrar lagartos. Dice que eso ralentizaría la producción de petróleo.

"De lo que estamos hablando es de cerrar la actividad de perforación en la región", explicó, "de despedir gente, de no completar proyectos de oleoductos, y mucho menos de los efectos en la ganadería, la agricultura y otras actividades".

Si bien Shepperd dice que las nuevas regulaciones podrían costarle a la industria cientos de millones de dólares, se estima que el hábitat del lagarto ocupa menos del 4% de las aproximadamente 75.000 millas que componen la Cuenca Pérmica, según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre.

Melinda Taylor, una abogada que se especializa en la Ley de Especies en Peligro de Extinción, no se toma muy en serio los reclamos de la industria del petróleo y el gas.

"No veo un mundo en el que esto cierre la extracción de arena o la extracción de petróleo y gas en la Cuenca Pérmica", afirmó. "El hecho es que no quedan muchos lagartos y no hay suficiente hábitat bueno".

Este no es el primer intento del gobierno federal de declarar al lagarto en peligro de extinción. Ha habido preocupación por la especie desde los años 80 y a finales de 2010, la administración Obama presentó la primera propuesta para declararla especie en peligro de extinción.

Sin embargo, esa propuesta fue retirada después de que el estado de Texas acordara crear un acuerdo de conservación con compañías de petróleo y gas. Sin embargo, ese plan fue en gran medida ineficaz y los esfuerzos por revisarlo fracasaron, según Taylor.

Finalmente, dos grupos ambientalistas solicitaron al Servicio de Pesca y Vida Silvestre en 2018 que volviera a examinar el estado del lagarto artemisa de las dunas, lo que llevó a un renovado esfuerzo para declararlo en peligro de extinción.

“Uno de los aspectos más trágicos de esto es el estado de Texas, la industria ha tenido una oportunidad y lo ha intentado, pero nada ha funcionado realmente”, explicó Taylor.

Los defensores de la industria pidieron más tiempo para responder a la propuesta, que fue concedida el martes. El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. ha extendido su período de comentarios públicos sobre la designación del lagarto artemisa de las dunas como especie en peligro de extinción hasta el 2 de octubre.

Si el progreso avanza según lo previsto, el gobierno federal podría emitir su decisión sobre la protección del lagarto el próximo verano.